en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 25 de octubre de 2007

28 años de Estatuto de Gernika

Tal como nos recuerda PAKEA hoy en su web, el Estatuto de autonomía del Pais vasco fue aprobado por referéndum el 25 de octubre de 1979, con una participación del 60% del censo electoral, establece un sistema de gobierno parlamentario, en el que el lehendakari ha de recibir la confianza del Parlamento Vasco. Elegido por sufragio universal e integrado por 75 parlamentarios 25 por cada uno de los tres Territorios Históricos. (¡Qué gran error!)

El texto del Estatuto de Gernika fue sometido a referendum con la siguiente pregunta: ¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomía para el País Vasco? (Estos días se nos anuncia que tendremos próximamente otro referéndum pero no sabemos todavía la pregunta)

Participación: 59,77%, SI: 90,29% , NO: 4,71%, Blanco: 3,41%, Nulo: 1,16 % con un censo de 1.563.476 personas con derecho a voto. (En esta ocasión pudimos votar los mayores de 18 años)

La campaña del referéndum, el bloque estatutista (PNV, PSOE, EIA, ESEI, PCE, PT, ELA-STV, UGT, CCOO) defendió el voto afirmativo frente a la abstención propugnada por la ya entonces autodenominada izquierda abertzale.

Ha llovido mucho desde entonces, aunque a veces nos parezca que fue ayer cuando a la noche nos juntamos en el pabellón de La Casilla y en algún hotel bilbaino. 28 años en los que el estatuto se ha ido desarrollando un poquito "a trancas y barrancas". Euskadi durante este tiempo ha contado con una administración propia como nunca la había tenido antes y una capacidad económica que nos ha permitido demostrar que sabemos y podemos gestionar nuestros recursos.

Pero tenemos todavía una importantísima tarea pendiente. Ponernos de acuerdo entre nosotros, entre la ciudadanía de este país, para después poder negociar de una manera sólida y convincente con nuestros vecinos tanto del resto del estado como del resto de la comunidad europea. Tenemos que acordar entre nosotros las bases y los cimientos sobre los que queremos construir nuestra nación, una nación con la que todos y todas nos podamos sentir identificados. Una nación abierta al mundo, orgullosa tanto de sus raíces como de las aportaciones de unos y otros que nos convierten en una comunidad en permanente estado de evolución y crecimiento.

¡A ver si lo conseguimos antes de convocar el siguiente referéndum y el resultado de la votación reune un tanto por ciento de síes parecido. ¡Así sea!

Tanto los que recordamos con simpatía aquella fecha como los que no tenemos en el día de hoy una oportunidad para la reflexión.