en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 12 de octubre de 2007

De españas, correcciones oftalmológicas y varios

Los que hemos llegado a ser jóvenes antifranquistas la palabrita del cartel nos suena un poco extraña, casi hostil. La hemos pronunciado u oido pronunciar con los gritos de rigor, en su mayoria por obligación, miles de veces, antes de entrar en clase, en la calle o en la tele y hemos llegado a creer que estaba adjudicada a los franquistas: "España, una, España, grande, España libre, viva Franco, viva, arriba España, arriba"

Muerto el repugnante generalísimo, la palabra se fue relajando en la boca de la mayoría de la gente, como si todas las fuerzas democráticas que lucharon contra el dictador se la hubiesen arrebatado a la derecha más españolista y reaccionaria obligándoles a compartirla, si bien es cierto que en mi entorno hay que reconocer que cuesta pronunciarla y se opta con más comodidad por decir "estado" o similar, en una clara muestra de que quedan "cositas" por superar.

Y ahora que ya los progres españoles llevaban muchos años haciéndola suya sin problemas y sin rencores vuelve la derecha recalcitrante de Aznar y Rajoy a intentar adueñarse de los símbolos que, al menos en teoría, son de todos. Por mi , casi que se podían quedar con todo la simbología, pero entiendo que a estas alturas de la vida hay muchos españoles progresistas que se identifican con la rojigualda y con la palabra trisílaba que identifica al estado al que hoy en día pertenecemos. Y también hay que entenderlos. Yo, de momento, seguiré pronunciándola sin mayor problema y sin mayor ilusión.

Y cambiando de tema, aunque con cierta relación con el dibujo en cuestión. Pues, aunque no me hayan hecho el mismo examen que el que dibuja Forges, me han puesto gafas para leer, lo cual parece ser que exclusivamente está motivado por la acumulación de las suficientes décadas sobre el planeta como para aspirar a ser un "Cuatro Ojos" ante los libros de lectura.

No ha faltado quien me ha dicho que ahora se explica mi falta de visión últimamente en otras materias. Pero la respuesta tampoco se ha hecho esperar, eso sí, siempre con la sonrisa en la boca. A muy corta distancia, evidentemente, y yo soy el primero que lo reconozco, cierta falta de visión sí que me ha faltado últimamente y por ello la corrección oftalmológica, pero del mismo modo, doctores y no doctores me otorgan una muy buena visión a medio y largo plazo, quiero decir, a media y larga distancia.