en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 2 de octubre de 2007

Y las cajas, ¿qué?

Y es que, además, perdonar la insistencia, yo creo que lo importante es ponerse de acuerdo aquí. Y por lo que parece, sigue siendo lo más difícil. Por eso, a veces, tenemos tendencias "huidizas" y nos vamos a Madrid a negociar porque con los de aquí no nos ponemos de acuerdo. Pero es algo así como si vamos al Ayuntamiento a intentar convencerles de que le digan a nuestro vecino de enfrente que haga esto o lo otro. Con cierta lógica nos dirán que primero pónganse de acuerdo entre ustedes y después se pasan por allí.

Hablar de algo poco tangible sin un trabajo de consenso previo, dudo que termine sirviendo para algo positivo. La complejidad vasca y su histórica pluralidad debería ser nuestro primer y principal reto a resolver y encauzar porque, si lo conseguimos, habremos hecho lo más difícil.

Lo triste es que mientras tanto, mientras discutimos si son galgos o podencos, algunos problemas que tenemos en el día a día, y que también requieren de consenso previo, siguen sin resolverse. Por ejemplo, la fusión de las cajas vascas.