en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 2 de junio de 2010

La tarjeta ONA pasa a la historia, pero "a escote, nada es caro".

El tema es serio : El Gobierno vasco entierra la tarjeta ONA.

Y todo el proyecto que empezaba a ser realidad. Varios millones de euros gastados hasta ahora. Yo mismo empleé parte de mi tiempo, cuando estaba en el Ayuntamiento, a reunirme en Lakua con otras administraciones interesadas en llevar adelante una iniciativa de estas características. 

No voy a entrar a discutir si esta decisión es justa o no. Y menos, para colocarme con los que opinan en función de quién toma las decisiones. Creo que la crítica o la reflexión debe de ir más allá de las siglas. En este país, y "mal de muchos es consuelo de bobos", se malgastan muchos millones de euros en estudios y proyectos que algunos los realizan y apoyan con buena fe, pero los que manejan los hilos saben perfectamente que terminaran en la papelera. 

La mayoría de las veces suele ser porque la iniciativa ha nacido con un apoyo parcial y con base poco sólida, de votos o de apoyos y, a poco que cambien las correlaciones de fuerzas, pasan de ser titulares de periódico a envoltura de bocadillos. 

Cerrando el tema me vienen a la memoria varios proyectos en los que la diputación vizcaína ha gastado enormes cantidades de dinero. Solo voy a citar la última de ellas: El dichoso Guggenheim de Urdaibai. Algo que ya casi todos sabemos que no se va a hacer. ¿Algún responsable "pagará" el despilfarro y la sangría que todo este derroche supone? 

Como todavía hay gente bien incrustada en los entresijos del poder que defiende la estupidez de que "a escote, nada es caro", igual es el momento de hacerles pagar lo que, con sus decisiones, tiran a la papelera.