en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 27 de julio de 2011

Fanatismo político-religioso

El artículo que incluyo a continuación lo he leído en el blog de Iñigo Landa si bien viene firmado por Victor Celso. En el mismo el autor nos recuerda que el fanatismo no es bueno en ninguna de sus formas, pero se hace aún más inicuo cuando se da por motivos político-religiosos, pues debido al empecinamiento religioso la humanidad no ha sido capaz de avanzar con la celeridad con la que podría haber avanzado. En el caso de Europa el Catolicismo supuso un retroceso en el avance de la humanidad de 500 años. Hoy, de no haberse dado nunca el Catolicismo, el mundo occidental gozaría de los avances, tanto tecnológicos y científicos, como éticos y de valores, que se tendrán en torno al año 2500, algo que no podemos imaginar a día de hoy.

Me refiero al Catolicismo y lo tomo como paradigma de las religiones por ser la doctrina que durante cientos de años se impuso en mi país y en países vecinos, pero todo tipo de creencia religiosa tiende al retroceso de la humanidad, como lo son las creencias islámicas, judías, budista, hinduistas y un largo etcétera.Hemos asistido hace unos días a un hecho atroz que ha roto con la tranquilidad de un país del norte de Europa. 




La atrocidad ha sido consecuencia del fanatismo político-religioso, pues su autor es un fundamentalista cristiano vinculado con la extrema derecha que reivindica con su terrible acción un mundo cristiano y sólo cristiano y un mundo en el que el marxismo no tenga cabida. En definitiva, esto no es más que un reflejo de lo que las religiones y los extremismos políticos son capaces de inducir en las personas, y es un reflejo de lo que se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad debido a la existencia de unas creencias generadas desde la sinrazón, las cuales intentan despejar, sin conseguirlo, un problema que acucia al humano desde que el “hombre es hombre”: el porqué de la existencia del universo.


Con la aparición del método científico y de la ciencia, fueron muchas las creencias que quedaron relegadas a simples “mancias” y que dejaron de tomarse en serio, como lo ocurrido con la astrología tras la aparición de la astronomía. ¿Qué sucede con las religiones? ¡La ciencia las debería haber desplazado al ostracismo! El que esto no haya sucedido nos indica que el grueso de individuos que constituye la humanidad tiene aún mucho que aprender, pero no es culpa directa de estos individuos sino de quienes los dirigen, de los estados que siguen financiando a religiones.