en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 29 de noviembre de 2011

La Monarquía, pan de molde y Telecinco


Ese libro del rey no lo voy a leer. Su autora, Pilar Urbano, cree que a la monarquía le falta marketing y que sirve para cosas como conseguir un contrato para la construcción de una red ferroviaria de alta velocidad en Arabia Saudí. Seguramente si los franceses hubiesen sabido eso, y dados como son también a la alta velocidad ferroviaria no le hubiesen cortado la cabeza al último rey que tuvieron.

Seguramente al rey le quedan los contratos grandes y a su familia política los pequeños, como esas migajas presuntamente cobradas por su yerno en Valencia y Mallorca. “Cosas de Iñaki” debió decir el monarca según no llegó a oír Pilar Urbano.

La mayoría de la gente sigue defendiendo que la monarquía existe por designación divina y que las cosas terrenales, como cuentas corrientes y posesiones varias, ni les afectan, ni les interesan, porque al fin y al cabo ya tienen bastante presupuesto de los bolsillos de los contribuyentes para vivir a lo grande.

Craso error. No es lo mismo ir a pedir un crédito con una nómina a tiempo parcial que llevarla con el sello real. La pregunta es por qué hacen negocios y obtienen rentabilidades que luego mueven de un sitio para otro. ¿Es por si vienen mal dadas? ¿Acaso para contribuir a una caja de resistencia para los monarcas en paro de toda Europa, o sólo porque “la avaricia me vicia” como dice el slogan del centro comercial?

Es un tema bastante opaco y que nos llevaría al enfrentamiento con todos los cortesanos si no fuese porque la propia institución envejece mal. Ya se que es populista decir que los recortes primeros y la transparencia hay que aplicarla ahi’ para poder predicar con el ejemplo, y que luego tampoco vendría mal vender en lugar de comprar arsenal militar. Ya se que es populista, pero también es verdad que no se enseña lo que no se puede enseñar.

Sui yo fuese rey no le daría un abrazo a esos deportistas de elite que cotizan en otros lugares, a no ser que yo también hiciese lo mismo o parecido, ya que cotizar no cotizo, la fortuna la guardo en su mismo paraíso. Siempre hay que tener cuidado con los nobles que te sujetan y con los triunfadores que te imitan y para la plebe pan de molde y Telecinco.