en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 13 de enero de 2012

Mirando a Escocia ... de reojo


Interesante el debate que se abre en territorios donde la expectativa de parte de su ciudadanía anda buscando la oportunidad de convocar referendums en base a derechos históricos, etc, etc ... Gurrutxaga nos recuerda en El Correo de hoy que tanto el acuerdo de Stormont, como lo que se propone para Escocia descansan en el principio democrático fijado por el Tribunal Supremo de Canadá cuando examinó el caso del derecho a la secesión de Québec y estableció como uno de los valores constitucionales de Canadá el respeto a las decisiones que pudieran adoptar los ciudadanos de Québec en orden a su separación. No porque tengan un derecho reconocido, que no lo tienen, sino como consecuencia del principio de libertad política. Frente a la estéril polémica centrada en torno a la negación o el reconocimiento del derecho de autodeterminación, el principio democrático de respeto a la voluntad ciudadana expresada en las urnas expresamente convocadas al efecto permite avanzar en un terreno más eficaz y donde el acuerdo puede ser más probable.

Interesante cuestión que nos podría ahorrar más de un debate estéril, frustrante, cargante y profundamente innecesario.