en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

sábado, 25 de febrero de 2012

¡Larga vida a "Público"!

Corren tiempos distintos, también revolucionarios. El dato urgente llega a la vista o el oído por múltiples canales, la crónica más literaria ocupa unas pocas megas en un microespacio de la tableta digital, en la que uno puede leer cómodamente su diario al completo, seleccionar su foto preferida entre una galería numerosa o abrir un vídeo en el que Obama no sólo da al mundo una noticia sino que de paso se canta un blues con B. B. King. 

Por misteriosas razones que no vienen al caso, esos infinitos usos o complementos de una oferta informativa no parten, como los viejos avioncitos de papel prensa, del razonable y convencional acto de pagar un precio (baratísimo, pero un precio). La información hace tiempo que se considera un bien (o un mal) de acceso libre y gratuito.

Una vez asentado que casi nadie está dispuesto a pagar por obtener información y análisis de calidad, las empresas supuestamente periodísticas se marcaron nuevas estrategias suicidas. 

Hace tiempo que está superado el debate sobre el futuro del papel o de Internet. El presente ya son las redes sociales y las plataformas digitales. Durante bastante tiempo quedarán ediciones en papel, para elites, coleccionistas o adictos al aroma de la tinta y al ruidito del pasar página. (Flipboard ya imita incluso esas sensaciones en tableta). 

Pero la verdadera incógnita por despejar en esta revolución de las comunicaciones se refiere a la subsistencia o no del periodismo, de esa materia prima fabricada por profesionales capacitados cuyo código de actuación exige conocimiento, entrega, honradez, relación de respeto con las fuentes, cierta capacidad literaria… Una serie de rasgos del oficio que deben garantizar lo más difícil de conseguir: credibilidad.

Este fin de semana desaparece uno de los periódicos de referencia del Estado. Durante 1.599 días, ‘Público’ no ha faltado a su cita en los quioscos. Ahora que ya nadie podrá envolver pescado ni hacer pajaritas con sus páginas, el nombre y lo que representa seguirá en las redes. 

¡Larga vida a "Público"!