en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Melchor Gil consolida mi "indignación".

La querella abierta contra el vicesecretario general del PSE de Bizkaia y cuñado de Patxi López, Melchor Gil, ha quedado archivada al considerar la Fiscalía del Tribunal Superior del País Vasco que no hay ningún indicio de delito. Gil había sido denunciado por la Diputación de Bizkaia por un supuesto delito de tráfico de influencias al no haber declarado más de 400.000 euros a la Hacienda foral durante varios años.

Una información que surgió de manera poco clara, se trató de igual manera y queda archivada de forma aun peor. Porque decir que no se aprecia delito, o sea, que no hay pruebas suficientes de que se le prestaron 400,000 euros a cambio da "algo" no puede servir para consolarse nadie. Los que querían probar ese algo no lo han conseguido, pero que "algo" huele a podrido en toda esta historia parece evidente. Cuando huele a mierda, aunque no se descubra dónde esta el mocordo, nadie duda que "haberlo haylo" aunque su visualización sea imposible, las papilas olfativas no suelen mentir en esos casos.

Y en una situación de crisis como la actual, cuando la transparencia ha de estar presente en todo y en todos los cargos públicos, hechos como este solo sirven para confirmar y consolidar nuestra indignación.