en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Korrika, esa expresión política que no comparto

Y fíjense ustedes, que solo aspiro a que se me entienda y respete. El que quiera que lo celebre, pero que no obligue a nadie a seguir la parcarta, de una u otra manera, y menos, a que sea parte de su trabajo. Porque, como intento demostrar a continuación, la misma es, fundamentalmente, una manifestación alegre de un colectivo político muy concreto y determinado, seguida por multitud de gente que, por los motivos que fuere (motivo de otro post), se suma a la “fiesta”. Ya se que se suma casi hasta el apuntador. Ya se que solo un niño se atrevió en el cuento a señalar que el rey estaba desnudo. Pero el caso es que lo estaba.

Un año impar más, la korrika se acerca a mi zona de residencia. Y de nuevo me vienen a la cabeza los motivos que me distancian de los organizadores. Alguno me dirá que korrika es símbolo de apoyo al euskera. Yo digo que no. Eso es arrimar el ascua a su sardina. Korrika es símbolo de apoyo a una empresa educativa privada y a un colectivo político en particular. Alguno pondrá el grito en el cielo, pero si consigue convencerme que sus organizadores no están en la “órbita” de la autodenominada “izquierda abertzale”, desde la hija de Brouard hasta el representante de AEK en Sopelana,  igual cambio de opinión.

La korrika es una actividad lúdica que aunque diga que tiene como objetivo la "lucha por el euskera", es un conjunto de actos que sirve para recaudar fondos para una entidad privada. Sin más. Una entidad privada que no ha querido confluir con los centros públicos que desarrollan la misma labor.

Si, pongamos por ejemplo, los "Franciscanos" o los “Jesuitas”, ahora que están de moda, organizasen un acto para recaudar fondos a favor del euskera, algo muy legal y muy loable, entendería que lo apoyen los que consideran que deben de apoyar a los franciscanos o a los jesuitas en esa labor. Sin más.

Si un grupo de centros privados de Bizkaia, bajo el nombre de ikastolas decide organizar un festejo un fin de semana, por ejemplo el Ibilaldia, que lo haga. Yo, que apoyo la enseñanza pública, simplemente no voy, y tan amigos. Pues lo mismo con esta carrera que organiza AEK.

En el caso de la Korrika, en mi opinión, apoyarla supone apoyar al ente privado AEK, a sus responsables y a todo lo que supone su entorno. No entendería que un centro público de enseñanza suspendiese las clases para ir a un acto de las ikastolas privadas de Bizkaia. Los que quieran apoyarlo que lo hagan, yo lo respeto y defiendo su derecho, pero que lo digan claramente, que no se disfracen de otra cosa que no sea una entidad privada de enseñanza que quiere recaudar fondos para sí misma. Yo, personalmente, insisto, apoyo los euskaltegis públicos.

Y además, que se disfracen de salvadores del euskera, los mismos que hasta ahora también se autotitulaban "salvadores de la patria", es lo que más me retrae. Se creen que ellos tienen que manejar el "cotarro". Cuando no les dejan, porque con los votos no controlan la administración pública, se privatizan, o montan una "pirula" como la de las navidades de hace unos años con la selección vasca de fútbol. Parece ser que, o controlan ellos el tinglado, o se mosquean, rompen y dividen. Eso sí, luego piden subvenciones y apoyos. Y se atreven a señalar a quienes no comparten ni aplauden sus iniciativas. ¡Pues va a ser que no!

Por otra parte, y aunque lo diga al final no es menos importante, su "capacidad de mezclarlo todo" les lleva a mezclar euskera, con el tren de alta velocidad, con los presos o con la ilegalización de partidos. Y para eso si que estoy mayor. Paso olímpicamente de discutir con nadie, si no es con la sonrisa en la boca y una cerveza por medio, temas que ya superé hace treinta años.

Pero los organizadores de este tipo de actos son incapaces de procurar que no se mezcle una cosa con otra. Es más, estoy convencido de que a ellos les interesa mezclarlo todo, y creen que apoyar una cosa, por ejemplo la korrika, debe implicar apoyar a presos que están en la cárcel por cometer atentados terroristas, y año tras año, en la korrika, con “permiso” de los organizadores, símbolos ajenos al euskera y partidarios de los presos de ETA juzgados y condenados por delitos de sangre, se ven tras la pancarta oficial. Este año, y a pesar de "los lavados de cara", la plataforma "Herrira" animaba a “llevar la demanda del respeto a los derechos de los presos y exiliados a los diferentes puntos que atravesará esta carrera" sin hablar para nada de las víctimas que su locura ha provocado.

Así que, con todos los respetos, defiendo que estas actividades puedan llevarse a cabo en una sociedad democrática como ésta, entiendo que quien defienda que la organización privada AEK deba recaudar dinero lo intente, y mientras no consideren que se está con ellos o contra ellos, en un alocado racionamiento pre-democrático, defenderé su derecho a hacerlo, pero creo también en el derecho de los que no compartimos sus "formas" para conseguirlo.

Ese es el derecho que reivindico y espero y deseo que el viernes nadie me lo conculque. Gracias.

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