en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 7 de octubre de 2013

Los peligrosos juegos del aguilucho y la serpiente.

Empezó como una fiebre de verano. Con la solanera de agosto brotó un sarpullido de casos de militantes de Nuevas Generaciones del PP de Valencia que subían a Twitter y Facebook fotos donde posaban, ufanísimos, junto a iconos nazis y banderas de España con el águila franquista. (/politica.elpais.com/) Hasta algunos bazares chinos a lo largo y ancho de la piel de toro se han unido a la moda de vender en sus tiendas símbolos nazis. 

En nuestro entorno los nostálgicos que se pasean por las calles son del "otro"
extremo, los que quieren que aquella serpiente enredada en un hacha, y que tanta tristeza trajo a Euskadi y a España, sea aplaudida y vitoreada por las calles de los pueblos. La mayoría de esta gente también está afiliada a organizaciones legales.

Tanto el PP como Sortu tienen la responsabilidad histórica de limpiar sus archivos de militantes y dejar bien claro que condenan el terrorismo de Franco, de ETA y cualquier acto violento con pseudo inquietudes políticas. 

Creo sinceramente que ambas organizaciones están formadas mayoritariamente por demócratas, pero, mientras no lo hagan, mientras no condenen la violencia que ha estado cercana a sus propios entornos, su pertenencia al club de partidos democráticos seguirá, desde mi punto de vista, llena de "peros" y de importantes déficits democráticos.