en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Hoy por hoy, con todo lo que sabemos, y basándonos en la información científica de la que disponemos, las exposiciones a los equipos wifi no tienen efectos sobre la salud, y no hay razones por tanto para dejar de usarlo

En Plentzia un equipo municipal desinformado o con ganas de "putear" al personal ha decidido boicotear la posibilidad de que en una zona del pueblo pueda disfrutarse de wifi. 
En casa no falta el wifi como no nos falta la lavadora. Es un electrodoméstico más, un elemento imprescindible que permite la conexión a internet sin los dichosos cables. El mundo se desvive por el wifi, y nos lo ofrecen en cafeterías, parques, bibliotecas y hasta a nuestros hijos en colegios e institutos. ¿Quién todavía no ha hecho uso de él?
Ahora, cuando las nuevas tecnologías dan pasos de gigante, y vivimos permanentemente conectados a las redes sociales en la era de Internet sin cables, surgen varias cuestiones: 
¿Hasta qué punto pueden ser dañinas las ondas que emiten el sistema wifi, capaces de atravesar las paredes de casa llegando a invadir, incluso, el salón del vecino? 
¿Es perjudicial esta exposición continua y prolongada a las radiaciones electromagnéticas que desprenden estos aparatos? 
¿Afecta por igual a niños o adultos, o son más vulnerables los bebés? ¿Existe algún organismo público encargado de controlar los millones de puntos wifi repartidos por el mundo, tal y como ya se hace hoy con las antenas de telefonía móvil?
Ante estos hechos... ¿Existe pues una base científica que confirme el peligro del wifi? ¿O no son más que meras especulaciones interesadas de abogados especializados que buscan dar la alarma y hacer, de paso, una buena caja? (laopiniondemalaga.es)
Las señales del wifi son de muy baja potencia, mucho menos que la de los móviles. No hay por tanto razón para preocuparse. El wifi no es peligroso, no afecta ni a niños ni a adultos (no hay ningún estudio científico que así lo indique) y se ha convertido en un elemento amigo para todos los internautas. Oponerse al mismo solo puede deberse al desconocimiento o a la mala fe.
Así que solo puedo terminar diciendo sí al wifi, público, abierto y sin barreras.
Si el Alcalde que lo ha prohibido fuese consecuente, tendría que prohibir en Plentzia el uso de móviles. 
¿A que no hay huevos?