Texto de Fouad Baker, jurista palestino refugiado en Euskadi (traducido del inglés)
03/09/2025
Cuando lo vasco forma parte de nuestra historia
Al gran pueblo del País Vasco,
A la multitud que llenó las calles de Bilbao, gritando desde lo más profundo de sus corazones y con todas sus fuerzas por la libertad de Palestina, por el boicot a Israel y por el fin del genocidio:
Lo que hicieron durante la undécima etapa de la Vuelta a España no fue un simple instante fugaz en una carrera deportiva; fue un sincero grito humano al mundo: Palestina no está sola.
Los vimos detener la carrera a tres kilómetros de la meta y cancelar la ceremonia del podio, convirtiendo una jornada deportiva en un momento claramente político. No hubo un ganador sobre el asfalto, pero sí un único vencedor en los corazones: Palestina. Izaron sus banderas, corearon su nombre y conectaron su dolor con el suyo.
Para nosotros, los palestinos, lo que ocurrió fue más que una simple protesta contra el Equipo Israel-Premier Tech. Fue una declaración clara de que la ocupación no tiene cabida entre los pueblos libres, y que el deporte, al igual que el arte y la cultura, no está aislado de la sangre de los niños en Gaza ni de los muros del apartheid en Cisjordania. Con una sola voz, afirmaron que las ruedas de la ocupación no pueden escapar de la verdad, y que la imagen de Israel no puede pulirse con carreras mientras los pies de sus soldados pisotean el pecho de un pueblo desarmado.
Su pueblo ha conocido el significado de la libertad, por lo que era natural que estuvieran al frente de quienes coreaban por Palestina. En Bilbao, vimos un reflejo de nosotros mismos: una ciudad que vibra con historia y determinación, una ciudad que respira ciclismo pero no olvida sus valores, una ciudad que le dijo al mundo: «El deporte no es inocente cuando permanece en silencio ante la injusticia».
Queridos amigos vascos:
Lo que han hecho añade un nuevo ladrillo al muro de la solidaridad global con Palestina y confirma que la ocupación avanza hacia un aislamiento cada vez mayor, tal como ocurrió con el régimen del apartheid en Sudáfrica. La caída del apartheid fue el resultado de la voz del pueblo y la presión popular, y hoy continúan por este camino mediante el boicot y la protesta hasta que llegue el día en que caigan los muros de la ocupación y Palestina se levante libre.
Les expresamos nuestra gratitud, al igual que nuestro compromiso: continuar la lucha conjunta por la libertad y la dignidad, y preservar este puente humano que construimos con ustedes en las calles de Bilbao. Han demostrado que la solidaridad no es un eslogan, sino una acción que sacude las ciudades, detiene las carreras y hace historia.