En estos 41 años, los españoles hemos sido capaces de levantar un Estado del bienestar, integrarnos en el proceso de construcción europea, descentralizar políticamente el funcionamiento del Estado; en una palabra, modernizar, por primera vez, nuestro país. Un proceso que no ha sido nada fácil. Hemos tenido que hacer frente, con éxito, a golpes y conspiraciones militares, a un cruel terrorismo de diferentes orígenes, a intentos sediciosos y a una dura crisis económica.
Ahora bien, no conviene extraviarse o dormirse en los laureles. Es necesario comprender que las libertades y los derechos políticos o sociales no se heredan, y lo mismo que se conquistan pueden devenir frágiles o incluso perderse.
El impacto de la crisis ha sido notable y los tres pilares básicos de nuestra democracia: la cohesión social, la territorial y el prestigio de las instituciones han quedado lesionados. Uno de los efectos más perniciosos de este desgaste reside, por un lado, en la tendencia centrífuga, cuya expresión máxima es el pertinaz encono de algunos en romper la unidad nacional y, de otro, la querencia centrípeta, cuya manifestación extremista, no menos nociva, es la idea de laminar el Estado autonómico.
Culminar la estructura territorial de España en un sentido federal sería la mejor manera de que tuviesen acomodo reformas que robusteciesen las instituciones y contribuyesen así a que languideciesen las actuales tendencias a desbordar la Constitución.
España no está en momento de gobernar solo asuntos corrientes o de una única dialéctica derecha/izquierda y, mucho menos, de una temeraria pugna entre identidades enfrentadas. Es la hora de trenzar nuevos consensos desde la sociedad y la política que nos permita abordar los grandes retos con garantía de éxito.
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Nicolás Sartorius preside la Asociación por una España Federal. Suscriben este artículo: Adoración Galera; Santiago Coello; Aurora Hernández; Joan Botella; Lourdes Auzmendi; Jesús Ruiz-Huerta; Zulima Pérez, presidentes, respectivamente, de las Asociaciones de Federalistas de Andalucía; Aragón; Cantabria; Cataluña; Euskadi; Madrid y País Valenciano. |