Reflexiones sueltas a modo de pinceladas recogidas a lo largo de la primera parte de la mañana, durante las intervenciones de Ibarretxe, Maragall y Gil Robles en la Jornada celebrada ayer en el Euskalduna. La segunda parte la dejo para otra ocasión.
Desde la Fundación Sabino Arana se ha querido profundizar en el conocimiento del nuevo Tratado. Un Tratado que se firmará inicialmente el próximo 13 de Diciembre y que surge como sustitutivo y como consecuencia del no francés y holandés al proyecto de Constitución europea. He aquí algunas pinceladas:
-Si las cosas se mueven en Europa es, entre otras cosas, porque el Consejo Europeo reconoce la existencia de naciones.
-Además la fiscalidad vasca debe de formar parte, primero, del conocimiento de los europeos, y segundo, de la aceptación por parte de Europa. El Concierto es un buen instrumento que debemos de dar a conocer en la Unión.
-Europa, ese lugar, al igual que en las estaciones de tren, donde la gente ríe, llora, espera y desespera. La estación Europa tiene ese carácter protector de los pueblos, porque es mejor dormir bajo un tejado lleno de agujeros que a la intemperie.
-Lisboa salva la crisis pero no es suficiente. Europa todavía es simplemente un contrato entre estados y debe de avanzar hacia dentro y hacia a fuera.
-Necesitamos profundizar en esa Europa hacia adentro. No nos podemos enamorar de un mercado interior, aunque reconozcamos que el mismo nos ha protegido y nos ha salvado y que es clave para nuestra prosperidad. No solo los estados, también las naciones, las regiones, la sociedad civil deben de participar en la construcción de Europa. La política interior debe de reconocer a los nuevos actores, hacia adentro, del marco de la Unión Europea.
-Las consultas a la ciudadanía son una buena vía para resolver conflictos.
-Mientras no tengamos un "cuerpo europeo", es muy difícil que fuera nos tomen en serio. No hay una comunitarización sino un intergubernamentalismo, sobre todo en política exterior. Y el mundo reclama a la Unión que hable con una única voz.
-La Unión debe de garantizar la "geometría variable" para que "el respeto a la identidad esté garantizado"
-Durante este periodo de crisis de la Unión se ha puesto de manifiesto, más si cabe, la desconfianza y el egoísmo por parte de los estados, además de un déficit democrático y una falta de liderazgo que haga creíble, posible y no odiosa la idea de Europa.
-La cláusula 53 del Tratado de Lisboa, propuesta por Bélgica, para evitar "la neonacionalización" por parte de los Estados
-Formamos parte del sueño de Europa. Hay cola para entrar y nadie quiere salir. Es motivo de esperanza para los pueblos y sus gentes.
-Entre Cataluña y Euskadi existen diferencias muy grandes y muchos intereses comunes en una Europa que tiene toda la complejidad del mundo, que tiene mas naciones que estados, y que su propia complejidad le otorga mas capacidad de entender al mundo. Las lenguas nos complican la vida pero nos hacen mas comprensivos. Europa se parece mas al mundo que EE.UU.
-Con la derecha europea se está avanzando ahora más, pero aun así, el Tratado de Lisboa debe de parecernos insuficiente, aunque es un paso mas. Seguimos avanzando. Debemos ver mas allá. Europa no se hará, será.
-La Unión Europea no es Europa. Es una parte. No seremos Europa hasta contar también con la otra parte, para quienes hemos sido un referente en sus cambios habidos en los últimos años, si bien últimamente, los dos modelos se restan separando peligrosamente. Debemos de trabajar con quienes tienen la responsabilidad de gobernar en aquellos países. Debemos de trabajar con ellos, tirando de ellos.
-Es algo mas que un mercado económico y de libre circulación de productos. Es un núcleo de valores democráticos y libertades fundamentales. Es un proyecto político.
-Ante la lucha antiterrorista, Europa no ha sabido adoptar una posición conjunta. No ha actuado con la misma contundencia criticando a Rusia por sus actuaciones en Txetxenia que a EE.UU. por sus formas de actuar en Guantánamo. Estamos retrocediendo en la defensa de nuestros valores lo cual deja claro que dichos valores no estaban tan enraizados.
-Nuestra "marca de Europa" debe ser distinta al del pragmatismo americano. No podemos construirla pensando solo en nosotros mismos. Hay que recuperar la Europa de los valores, de los principios. Nadie nos ha regalado nada, tenemos que pelear por ello todos los días y, si no lo hacemos así, perderemos.
-Es injusto identificar musulmanes con Alkaeda. Hay en Europa posiciones más peligrosas. Por ejemplo, cuando vemos a los ortodoxos sugerir que hay que revisar la Declaración Universal de los DD. HH., porque entre otras cosas, cuando se aprobó, ellos no pudieron participar en su elaboración.
-En Europa tenemos estados que a una parte de sus ciudadanos los tienen clasificados como "no-citicens", es decir, sin derecho a nacionalidad ni a voto. Y los hijos que nacen de dos ciudadanos "no-citicens", aunque hayan nacido allí, dentro del territorio, siguen siendo clasificados como sus progenitores. Nos referimos a Estonia y Letonia.