Los cipayos fueron los soldados indios de las Indias Orientales al servicio de las potencias coloniales. Sin ellos la explotación y dominio colonial habría sido, cuanto menos, mucho más costosa.
En América Latina identifican a sus cipayos como a aquellos políticos que venden la soberanía nacional a los EEUU.
En España, ya en la Democracia, en los 80/primeros 90, los de Herri Batasuna utilizaron esa denominación a los que proponíamos hacer políticamente lo que ellos ahora están haciendo. Fue algo estúpido y como tal quedo reflejado en la historia.
Pero en estos momentos actuales, en España también tenemos ejemplos mucho más claros y evidentes de esos: Vox no es una expresión de ultraderecha trumpista a la española, es una extremidad en España del Departamento de Estado de los EEUU a las órdenes de su presidente, Donald Trump. Vox fue invitado a la cumbre de la Internacional Reaccionaria (IR) en Coblenza (Alemania) y es reconocido como uno más de la familia. Donald Trump y Elon Musk han apostado clara y rotundamente por Abascal.
La ultraderecha de Vox y sectores del Partido Popular están sacando mucha bandera española y buscando chivos expiatorios entre los inmigrantes o la Agenda 2030 porque tienen que tapar su vinculación a intereses políticos y económicos que no responden al interés general. Aspiran a ocupar el poder de un gobierno títere de los EEUU aupados por la ola reaccionaria. Vasallaje en la era del feudocapitalismo.
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Santiago Abascal, líder del partido Vox, habla durante el primer día de la Conferencia CPAC de 2025 en el Centro de Convenciones Gaylord en National Harbor, Maryland. |