Ya han comenzado los rifirrafes entre Musk y Vance, en presencia de Trump.
Los repugnantes machos alfa de la Casa Blanca acabarán a bofetadas.
Es lo que pasa cuando la masa muscular predomina sobre la masa encefálica.

martes, 4 de marzo de 2025

Serie de TV. Comedia: "Su majestad".

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Serie de TV (2025-). 1 temporada. 7 episodios. España, año 2024. Pilar es una joven Princesa y futura Reina de España quien, de forma repentina y precipitada, se ve obligada a quedarse al frente de la institución tras un escándalo que salpica a su padre el rey Alfonso XIV que lo aleja de la primera línea pública durante unos meses. Pilar debe demostrarle al país que no es la irresponsable, insolente, vaga e inútil que todos creen. Lo que pasa es que igual tienen razón.

Sátira afilada sobre la monarquía, muy recomendable para monárquicos con sentido del humor  y republicanos que agradecen series en las que confirman que la ficción está muy cerca de la realidad. Su majestad en Prime Video mezcla humor y crítica social con Anna Castillo y Ernesto Alterio en estado de gracia.

La futura Reina de España, en esta serie, es una princesa soberbia e insoportablemente insolente que hace de España su patio de recreo tras ser señalada por el dedo de Dios.

Si The Crown busca glorificar a la monarquía británica con elegancia, Su majestad nos recuerda que aquí, en España, nuestras élites son más del vodevil. Con aires de superioridad, pero sin ningún tipo de solemnidad, el trono se tambalea entre titulares escandalosos, el himno de España pinchado en Pachá y una princesa brindando con los jueces del Supremo a la salud del artículo 14 de la Constitución.
El humor de Su majestad se sitúa en una cuerda relativamente floja. Aunque se mantiene siempre mordaz y ácido, evita ser panfletario y se muestra como una sátira más calculada que sacará los colores a un contexto que todavía parece natural.

A lo largo de los siete capítulos de media hora la serie dispara no sólo contra la monarquía, sino que también pone en fila a los jueces con escenas de farra, puros y golpes en el pecho ante el abuso discriminado de su poder. Pero en esa mesa también comerá la Iglesia, los medios de comunicación y la clase política en general.