Publicada en 1960, Matar un ruiseñor no ha parado de cruzar desde entonces la línea que separa las novelas juveniles de las adultas. Es la única novela publicada de Harper Lee, pero eso no fue un impedimento para que se llevase el Pullitzer ese mismo año.
La escritora vivió su infancia y juventud entre la literatura y las desigualdades sociales, dos elementos que transmite en su obra. Además fue íntima amiga de otro novelista, Truman Capote.
Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama(EE. UU), cuando su padre, Atticus, decidió defendes ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigedez de los vínculos familiares y vecinales, y un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.
Una novela más que recomendable para los jóvenes y para los adultos, que dejará un poso duradero en todos ellos.