Fue legalizado el 9 de abril de 1977, pero fue un "Sabado Sando" como hoy, a partir de la aprobación de la Ley para la Reforma Política impulsada por el Gobierno del entonces presidente Suárez, aprovechando que pillaba a todos los fachas con un pie en las vacaciones y con menos capacidad de reacción inmediata.
Desde aquel entonces, el PCE, aunque ya lo era en la clandestinidad, fue uno de los más importantes artífices de la Transición.
Ha sido descrito, ya dentro de Izquierda Unida, como un partido de izquierda o de izquierda radical y se define a sí mismo como un partido revolucionario, internacionalista y solidario, republicano, feminista y laico.
Aunque ciertos medios y partidos califican al PCE como de extrema izquierda, su renuncia a la vía revolucionaria y su aceptación del parlamentarismo y la democracia liberal como medios para lograr el gobierno, desde aquel "eurocomunismo" hoy día olvidado, les exime de las definiciones más habituales de esa posición y le coloca, en mi opinión, sin ganas de ofender, mas bien todo lo contrario, como un partido socialdemócrata, más o menos radical, pero perfectamente integrado en las estructuras del Estado.
En esa cachaba que, a veces, afortunadamente, necesita el PSOE para estar en La Moncloa.
El humor de "Sansón", en El Correo de ayer, lo quiero entender como una llamada de atención a Podemos, uno de los grupos surgidos desde esa "izquierda de la izquierda", que estos días "juega" a ser más radical que todos y que , con su tozudez, puede llevar a la super derecha española (PP+Vox) de nuevo a La Moncloa.

Desde aquel entonces, el PCE, aunque ya lo era en la clandestinidad, fue uno de los más importantes artífices de la Transición.
Ha sido descrito, ya dentro de Izquierda Unida, como un partido de izquierda o de izquierda radical y se define a sí mismo como un partido revolucionario, internacionalista y solidario, republicano, feminista y laico.
Aunque ciertos medios y partidos califican al PCE como de extrema izquierda, su renuncia a la vía revolucionaria y su aceptación del parlamentarismo y la democracia liberal como medios para lograr el gobierno, desde aquel "eurocomunismo" hoy día olvidado, les exime de las definiciones más habituales de esa posición y le coloca, en mi opinión, sin ganas de ofender, mas bien todo lo contrario, como un partido socialdemócrata, más o menos radical, pero perfectamente integrado en las estructuras del Estado.
En esa cachaba que, a veces, afortunadamente, necesita el PSOE para estar en La Moncloa.
El humor de "Sansón", en El Correo de ayer, lo quiero entender como una llamada de atención a Podemos, uno de los grupos surgidos desde esa "izquierda de la izquierda", que estos días "juega" a ser más radical que todos y que , con su tozudez, puede llevar a la super derecha española (PP+Vox) de nuevo a La Moncloa.
