“La vida es como una carrera, la recompensa no está en la meta, sino en cada uno de los metros del camino”.

lunes, 21 de abril de 2025

El vicepresidente Vance, símbolo de católico ejemplar.
Porque el que calla otorga, y el Papa le sonrie.

Un ciudadano que en 2019 se "convirtió" al catolicismo, religión que terminó de
ayudarle a formar su
 modo de ver el mundo.
Una forma, en mi opinión, repugnante.

Oposición al aborto, es decir ni yo ni nadie, a no ser que tengan pasta y "lo hagan por lo privado", rechazo al cambio de sexo en menores y militancia profamilia han sido sus esloganes más habituales estos últimos años.

Y así, militando en "ni hacer ni dejar hacer, ni joder, ni dejar joder" avanza en su escalada al poder. La masacre de Gaza, y otros muchos escenarios bélicos mundiales, cuentan con su bendición. La expulsión en su país de ciudadanos sin papeles y un etc ... muy grande. Todo muy "católico".

Es, probablemente, el católico con un puesto más alto en el "poderío mundial", y el Vaticano rendido a sus pies, porque, si no te opones, confirmas tu sumisión o tu acuerdo a sus propuestas.

Es admirador de las políticas social patriotas del presidente de Hungría, Víctor Orban y de otros muchos fascistoides en el planeta. Y su Iglesia, calla y otorga. Quizás estos días estén demasiado ocupados en desfilar disfrazados pero tampoco creo que reaccionen tras la resurrección de su líder.

Y si su organización no le corrige y sí le bendice
que luego no nos vengan con hostias.