Por todo ello, me he preguntado en la web si el país sudamericano es realmente una democracia y me he encontrado con este artículo de eldiario.es que me ha parecido muy clarificador.
Tras la muerte de Hugo Chávez, hemos visto como periodistas, tertulianos y expertos se han enzarzado en una batalla dialéctica sobre si Venezuela es o no es una democracia. Al tratarse de un concepto ciertamente flexible, cada uno asistía a su tertulia o argumentaba en su artículo con su particular vara de medir las cosas: “Venezuela es una democracia porque a Chávez lo eligió el pueblo”; “Es una dictadura porque no hay libertad de expresión”; “Es una verdadera democracia porque redujo la pobreza”; “Hasta Hitler ganó elecciones”. Así, la información que hemos estado recibiendo sobre el pedigrí democrático de Venezuela seguramente este sesgada por los prejuicios ideológicos de quienes la ofrecen.
Mirando cinco medidas de regímenes políticos en el mundo en los últimos 20 años, vemos que Venezuela puede ser catalogada como una democracia fundamentalmente antes de la llegada de Chávez al poder y en los primeros años de su mandato. No obstante, a partir del cambio constitucional existen incertidumbres que justifican las dudas respecto a si Venezuela es o no una democracia. De acuerdo a algunas medidas, en la última mitad de los catorce años de gobierno de Chávez Venezuela ya puede ser clasificada como una dictadura.
En el 2012, con la excepción de las dos medidas que no pueden decantarse entre democracia y dictadura, ya todas clasifican a Venezuela como un sistema político autoritario. La ausencia de alternancia, el papel de la oposición y el debilitamiento de los mecanismo de control al ejecutivo serían, según estas medidas, los principales motivos para clasificarla como un sistema político no democrático.