Los gobernantes tiene que saber, de Gobierno y de oposición, que cuando hay una crisis institucional, que afecta desde la Jefatura del Estado a las alcaldías, pasando por la estructura territorial del Estado, esa crisis no se va a aliviar porque mejore relativamente la situación económica.
Al contrario, se va a acelerar. ¿Por qué? Porque la gente va a tener en su cabeza, pensando cosas que no son la supervivencia inmediata. Por tanto, nos equivocamos de verdad y necesitamos tener un horizonte de proyecto de país a diez, doce, catorce años.
Se agotó el proceso, por las razones que sea, se agotó el proceso que ha sido muy exitoso de 35 años, y ahora hay que crear un horizonte para las próximas décadas. Y eso es verdad que exige consensos básicos en algunas políticas. Pero para hacer consensos básicos, hay que saber lo que se quiere hacer.
Y yo, a los dirigentes políticos, no les veo decir que tienen tres prioridades que son estas y que las van a hacer. Y que están dispuestos a negociarlas y pactarlas. Porque hacer el cien por cien de lo que se quiere sin pacto es peor que hacer el 60% de lo que se quiere con todo el mundo de acuerdo.