Si hace unos meses los poderes económicos y del estado estaban preocupados por el proceso de crisis de la política española, proceso soberanista catalán, erosión del bipartidismo y de la Corona, ahora ya no lo están. Por el contrario, han tomado el control de la situación y pasado a la ofensiva. El tablero se mueve, sí, pero lo controlan ellos. La nueva fase se resume en lo de "que cambie todo para que nada cambie".
A eso responde que los poderes económicos, a través de los medios de comunicación, estén llevando en andas a "Ciudadanos" a los alrededores de La Moncloa. Los poderes contemplan todas las posibilidades para garantizar la continuidad de un sistema político que se ajusta a sus intereses. Una posibilidad es la alianza PP y PSOE, pero puede no ser posible y entonces la pieza imprescindible para garantizar la continuidad, bien del brazo del PP o del PSOE, es "Ciudadanos". No vale la pena perder el tiempo en analizar lo que es ese partido, su fundador salió de las juventudes del PP y su partido fue el españolismo militante en tierra hostil, pero nuestros amos han decidido que sea otra cosa.
La batalla en Catalunya confían en tenerla ganada, PP y PSOE-PSC perdieron allí casi cualquier papel que tuviesen pero la aparición de "Podemos", que entró en el territorio que el independentismo creía poseer, debilita el proceso soberanista y "Ciudadanos" ocupa ya el territorio que perdió el PP allí. De ese modo, Catalunya ya no aparece separada y se mantiene integrada en el sistema de representación política estatal.