El empeño del Eurogrupo en seguir imponiendo más austeridad a Grecia desprecia las consecuencias geopolíticas que ello podría tener en una Europa rodeada de conflictos por el Magreb, Oriente Medio, Ucrania y tensiones crecientes en el Egeo y en el Mediterráneo.
Grecia ha sido un recipiente en el que se han hecho suculentos negocios a costa del saqueo de un país. El Eurogrupo quiere que Atenas siga fustigándose y asumiendo nuevos sacrificios, despreciando así las consecuencias geopolíticas y económicas que ello podría suponer no solo para el pueblo griego, sino para toda una Europa rodeada de conflictos por el Magreb, Oriente Medio, Ucrania y tensiones crecientes en el Egeo y en el Mediterráneo.