Es un hecho que las competiciones de salto (altura, pértiga, longitud) suelen terminar con una decepción, un atleta que tropieza con el listón o que no es capaz de rebasar la marca de su rival.
Sin embargo, en la final de salto de altura masculino, el qatarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi protagonizaron una imagen insólita en los Juegos Olímpicos: la de dos campeones que decidían subir juntos al podio.
Tras alcanzar ambos los 2.37 metros, el juez les propuso desempatar, pero Barshim preguntó si no podían tener "dos oros".
El juez accedió y ambos saltadores sonrieron y se fundieron en un abrazo.
blogs.publico.es/davidtorres/2021/08/03/compartir-es-ganar
Sin embargo, en la final de salto de altura masculino, el qatarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi protagonizaron una imagen insólita en los Juegos Olímpicos: la de dos campeones que decidían subir juntos al podio.
Tras alcanzar ambos los 2.37 metros, el juez les propuso desempatar, pero Barshim preguntó si no podían tener "dos oros".
El juez accedió y ambos saltadores sonrieron y se fundieron en un abrazo.
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¡¡Buen rollo!!