Rapida sustitución a la obra previamente programada y excelente elección. Antígona, de Sofocles.
La adaptación de la obra mantiene al menos dos debates tan antiguos como actuales en las sociedades civiles del s.XXI.
El derecho del individuo a rechazar las intromisiones de la sociedad en su libertad para llevar a cabo una obligación personal. La obediencia a la ley por encima de cualquier otra consideración, sea correcta o no, versus desobediencia civil.
En Antígona, Sófocles plantea la pregunta sobre cuál es la ley superior, la de los dioses o la de los hombres, y en ese debate el autor vota por la ley de los dioses. Tremendamente discutible.
Otro tema interesante es el de la ciudadanía de una persona, algo que es absoluta e innegable, y el otro que la ciudadanía se basa en un determinado comportamiento. Conocidos respectivamente como ciudadanía «por naturaleza» y ciudadanía «por la ley». Llevadas al extremo resultan muy dificcil de digerir.
Otro debate innegable que surge tras ver la obre: la lealtad al estado viene antes de la lealtad a la familia, o no.
Antígona fue escrita en una época de fervor nacional. Es sorprendente que una obra destacada en un tiempo de semejante imperialismo contenga tan poca propaganda política.
En Antígona, Sófocles plantea la pregunta sobre cuál es la ley superior, la de los dioses o la de los hombres, y en ese debate el autor vota por la ley de los dioses. Tremendamente discutible.
Otro tema interesante es el de la ciudadanía de una persona, algo que es absoluta e innegable, y el otro que la ciudadanía se basa en un determinado comportamiento. Conocidos respectivamente como ciudadanía «por naturaleza» y ciudadanía «por la ley». Llevadas al extremo resultan muy dificcil de digerir.
Otro debate innegable que surge tras ver la obre: la lealtad al estado viene antes de la lealtad a la familia, o no.
Antígona fue escrita en una época de fervor nacional. Es sorprendente que una obra destacada en un tiempo de semejante imperialismo contenga tan poca propaganda política.
En ella se expone los peligros de un gobernante absoluto, o tirano, en la persona de Creonte, un rey a quien pocos se atreven a hablar con libertad expresando sus opiniones verdaderas. La realidad cotidiana 2500 años después lo reafirma.
La versión de hoy de esta obra me parece genial, los papeles de Creonte y Sabiduria, geniales, y el momento en el que el coro bilbaíno se apodera del escenario, emocionante.
Un espectaculo claramente recomendable.
La versión de hoy de esta obra me parece genial, los papeles de Creonte y Sabiduria, geniales, y el momento en el que el coro bilbaíno se apodera del escenario, emocionante.
Un espectaculo claramente recomendable.