Es significativo que, de losgrandes relojes del pueblo, se pare el de la Iglesia Católica.
Una institución que no deja de alertar a tirios y troyanos sobre sus "desviacionismos", que se empeña en echar por tierra medidas progresistas y justas de gobiernos democráticos laicos y que insiste un día y otro en que vamos mal si seguimos por el camino de la desacralización de la vida cotidiana, nos muestre de manera tan clara, rotunda y significativa su estantamiento en tiempos muy remotos.
Una institución que no deja de alertar a tirios y troyanos sobre sus "desviacionismos", que se empeña en echar por tierra medidas progresistas y justas de gobiernos democráticos laicos y que insiste un día y otro en que vamos mal si seguimos por el camino de la desacralización de la vida cotidiana, nos muestre de manera tan clara, rotunda y significativa su estantamiento en tiempos muy remotos.