Cuando se habla de Afganistán, los principales medios de comunicación ocultan los hechos más incómodos para Occidente. Vamos a recordar alguno.
La historia comienza en 1979. Afganistán tenía un gobierno de izquierdas que, por supuesto, no era del agrado de Estados Unidos.
Fue Zbigniew Brzezinski, asesor del presidente Carter, quien ideó el plan para armar y entrenar a los yihadistas -entonces todavía llamados muyaidines- en Afganistán.
El objetivo era provocar una invasión soviética, para cargar a Moscú con una situación como Estados Unidos vivió en Vietnam. El plan funcionó. El gobierno de Kabul tuvo problemas y pidió ayuda al Kremlin.
El pantano afgano obligó a la Unión Soviética a permanecer en el país centroasiático durante diez años.