Un musulmán neoyorquino autoproclamado “socialista democrático” se convirtió el martes en el rostro de la esperanza para los millones de ciudadanos en Estados Unidos que necesitaban recuperar la confianza en su país ante la exhibición de autoritarismo de Donald Trump.
La irritación de Trump con Mamdani le llevó incluso a pedir el voto para Cuomo y a insultar a los votantes. La respuesta masiva es una bofetada en el orgullo del presidente, que es un notable de la ciudad, y una muestra del efecto tóxico de sus formas.
La inyección de esperanza que supone la victoria de Mamdani abre al mismo tiempo una brecha en el Partido Demócrata. Si bien la elección es un rechazo palmario a Trump, también lo es a un determinado perfil del partido.
La de Mamdani es una candidatura minoritaria de izquierdas que pasó por encima de la formidable maquinaria política de los demócratas de Nueva York con el respaldo del progresismo liderado por el senador Bernie Sanders.
La de Mamdani es una candidatura minoritaria de izquierdas que pasó por encima de la formidable maquinaria política de los demócratas de Nueva York con el respaldo del progresismo liderado por el senador Bernie Sanders.
Se abren así meses de debate en un partido que ha comprobado la efectividad electoral de plantar cara a Trump con propuestas para la clase media empobrecida, pero que tiene muy difícil ganar elecciones con un discurso percibido como “socialista” fuera de las ciudades.
Aunque la victoria más trascendente del martes de cara a recuperar algo de poder en Washington fue la de la Proposición 50 en California.
elpais.com/primer-golpe-a-trump-en-las-urnas
Pero de esto hablaremos otro día.
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