- A Mamdani la autenticidad y la franqueza le han funcionado muy bien en Nueva York.
No veo ninguna razón para dejarle a Trump y al trumpismo internacional el monopolio del hablar claro y el proponer abiertamente lo que se piensa que debe hacerse.www.eldiario.es/opinion/Javier-Valenzuela
"No cuente conmigo para nada“, acaba de decirle Núñez Feijóo
a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
Así como suena: no cuente conmigo ni tan siquiera para asuntos que el sentido común y el interés general indican que yo debería aprobar, como, por ejemplo, propuestas gubernamentales que puedan ir vinculadas a la recepción por parte de España de un pastizal de fondos europeos.
No me sorprende, por supuesto, el obstruccionismo del político gallego:
es un cenizo compulsivo que, desde el primer instante de esta legislatura, no ha hecho otra cosa que anunciar la inminencia del Apocalipsis
y pedir elecciones anticipadas.Pero les confieso que, llegados a este punto, me pregunto:
¿y si las izquierdas nos dejáramos de una puñetera vez de rodeos, eufemismos y circunloquios?
¿Y si llamáramos al pan, pan y al vino, vino?
¿Y si perdiéramos miedos y complejos como han hecho exitosamente las derechas en los últimos lustros?
¿Y si recordáramos que la palabra radical no es originalmente peyorativa, que ser radical es ir a la raíz de las cosas, no conformarse con el maquillaje de situaciones injustas sino buscar su profundo cambio?
A Zohran Mamdani la autenticidad -sí, soy inmigrante, de religión musulmana e ideales socialistas- y la franqueza -sí, quiero autobuses gratuitos y alquileres asequibles, y lo pienso financiar subiéndole los impuestos a los ricos- le han funcionado muy bien en Nueva York.
No veo ninguna razón para dejarle a Trump y el trumpismo el monopolio del hablar claro y el proponer abiertamente lo que se piensa que debe hacerse.