No tengo puñeteras ganas de que Abascal sea vicepresidente,
me da igual que me digan "botifler" o "mamporrero".

jueves, 13 de noviembre de 2025

Hoy la Directiva de Nagusiak de Bizkaia,
una coordinadora de entidades de PP.MM. de Bizkaia
propone que se abandone la Federación Vasca.
En mi opinión, un inmenso error.

 Y yo, personalmente,
ante la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria para acordar la salida de Nagusiak (Asociación vizcaína de Personas Mayores) de EuskoFederpen (Federación Vasca que agrupa a los tres territorios) quiero manifestar lo siguiente:


Es evidente que la Federación ha sufrido una serie de problemas y conflictos internos que hay que cortar por lo sano.
Pero abandonar la Federación es, cuando menos, la salida más simple.
Abandonar una buena herramienta, aunque esté en manos torpes
nunca es la solución, y nos parece más razonable
plantear la revocación del actual presidente de la Federación
en una reunión de la Junta Directiva de la misma.

Conviene recordar que ser miembros de la Federación nos abre otras puertas de sumo interés. Desde los espacios de encuentro con el Gobierno Vasco, que también tiene competencias en temas que nos conciernen directamente, las relacionadas con el Gobierno del Estado, con competencias claras que nos “salpican” claramente, y hasta las no menos importantes a nivel europeo. Renunciar a todo ello nos parece, cuando menos, imprudente.
Alguno dirá que se puede hacer lo mismo desde Nagusiak pero todos sabemos que no es verdad, no es lo mismo.
Recordemos que durante los últimos años hemos estado en reuniones tanto con el gobierno vasco, en Vitoria, con la administración central en Madrid y en Bruselas, donde se debaten y aprueban la mayoría de las leyes que luego se aplican en Bizkaia a través de la Diputación.
Cambiar la realidad para mejorarla debe de estar siempre entre nuestros objetivos. Huir y escapar de las realidades complicadas no puede tener cabida en nuestros planes. Por todo ello, creemos necesario, no solo no abandonar sino también defender nuestros intereses en todos esos espacios. Y hoy, sería razonable no solo no votar esa propuesta, sino abrir un debate relajado sobre las ventajas o inconvenientes de la misma.