Primera conclusión de esta historia de jueces y varios:
Ayuso no se toca. Quien se meta con ella y/o su entorno,
"lo pagará".
Cuando el hermano de Isabel Díaz Ayuso pegó el pelotazo de las mascarillas, el primero en caer fue el líder del PP, Pablo Casado.
Con el fraude fiscal de la pareja de Ayuso, el primer condenado ha sido el fiscal general. La condena del fiscal general por el Supremo colma las aspiraciones de Miguel Ángel Rodríguez, que inició una cadena de informaciones falsas con la que fundamentar la teoría de Ayuso de que había una conspiración política contra ella y su pareja.
El Supremo avala la ofensiva judicial de la derecha y la extrema derecha contra el fiscal general. La condena de multa e inhabilitación a Álvaro García Ortiz refuerza a Isabel Díaz Ayuso en su estrategia de presentarse como víctima de una conspiración, mientras las acusaciones ultras triunfan en su primer gran juicio relacionado con el Gobierno.
La división en el tribunal hace inevitable dudar de la independencia de la Justicia o de su politización. La estrategia metódica del PP con el CGPJ le ha permitido dominar los nombramientos al Supremo durante décadas, lo que ha dado a la derecha una mayoría abrumadora en todas sus salas.
Ayuso no se toca. Quien se meta con ella y/o su entorno,
"lo pagará".
Cuando el hermano de Isabel Díaz Ayuso pegó el pelotazo de las mascarillas, el primero en caer fue el líder del PP, Pablo Casado.
Con el fraude fiscal de la pareja de Ayuso, el primer condenado ha sido el fiscal general. La condena del fiscal general por el Supremo colma las aspiraciones de Miguel Ángel Rodríguez, que inició una cadena de informaciones falsas con la que fundamentar la teoría de Ayuso de que había una conspiración política contra ella y su pareja.
El Supremo avala la ofensiva judicial de la derecha y la extrema derecha contra el fiscal general. La condena de multa e inhabilitación a Álvaro García Ortiz refuerza a Isabel Díaz Ayuso en su estrategia de presentarse como víctima de una conspiración, mientras las acusaciones ultras triunfan en su primer gran juicio relacionado con el Gobierno.
La división en el tribunal hace inevitable dudar de la independencia de la Justicia o de su politización. La estrategia metódica del PP con el CGPJ le ha permitido dominar los nombramientos al Supremo durante décadas, lo que ha dado a la derecha una mayoría abrumadora en todas sus salas.
