En el último siglo y medio solo ha habido unos pocos movimientos políticos que han cambiado el mundo:
-El movimiento totalitario, que condujo a revoluciones comunistas en lugares como Rusia y China y a golpes de estado fascistas en lugares como Alemania.
-El movimiento del Estado de bienestar, que condujo en Estados Unidos al New Deal.
-El movimiento de liberación, que condujo, a partir de los años 60, al anticolonialismo, al movimiento por los derechos civiles, al feminismo y al movimiento LGBTQ.
-El movimiento de liberalismo de mercado, que condujo a Ronald Reagan, Margaret Thatcher y, en sus propios contextos, a Deng Xiaoping y Mijail Gorbachov.
-Y, por último, el movimiento populista global, que ha conducido a Donald Trump, Viktor Orban, el Brexit y, en sus propios contextos, a Narendra Modi, Vladimir Putin y Xi Jinping. El movimiento populista global surgió a principios de la década de 2010. Estaba impulsado por un sentimiento generalizado de desconfianza social y una firme convicción de que los sistemas sociales de la sociedad estaban manipulados, corrompidos y eran malévolos.
Y este último es el que en estos últimos tiempos nos trae de cabeza a Europa y a gran parte del planeta.