en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

domingo, 2 de agosto de 2009

2090. ¿Busca ETA un "Omagh"?

Algunos analistas sostienen que, en el caso del terrorismo, los momentos más peligrosos son precisamente aquellos en los que la banda se encuentra al borde del final.

Tengo yo la convicción de que ETA ha empezado a transitar esa ruta última del fracaso, que acabará con el adiós definitivo a las armas.

Cincuenta años después de su nacimiento (31 de Julio), con el amargo balance de casi ochocientos asesinatos y miles de heridos, ETA se encuentra con esta situación:

-Ha comprobado que no ha conseguido ninguno de sus objetivos programáticos. No solamente eso: cada vez están más lejos.

-Tal como reconocen análisis internos de ETA, el Estado español ha resistido. Y ya ha sufrido lo peor. Va a seguir resistiendo lo que haga falta. No se va a rendir: ahora menos que nunca.

-ETA tiene cada día más difícil reclutar pistoleros y más problemas para entrenarse. Francia ha dejado de ser un refugio seguro, lo mismo que Bélgica, Italia o Portugal.

-Saben que están “infiltrados” por la policía. Las sucesivas desarticulaciones de la cúpula, la interceptación de comandos antes de que lleguen a actuar, son una prueba evidente.

-El frente de las cárceles se está derrumbando. Tiene varios centenares de activistas en prisión y otros más huidos para no volver.

-No pocos de los dirigentes “históricos” del pasado están pidiendo el abandono de las armas. Un duro como Chema Matanzas ha reconocido que la batalla está perdida y que ha llegado el momento de “echar las persianas”.

-En el País Vasco, cada día son menos los que, declarándose partidarios de la independencia, apoyan la violencia como medio para conseguirla. Las encuestas del CIS y el Euskobarómetro lo certifican edición tras edición.

-La dirección de ETA es consciente de lo que está ocurriendo. Por eso, sus últimos llamamientos insisten en que el Gobierno negocie. Y el Gobierno ha dejado muy claro que no volverá a sentarse a la mesa con ellos.

Así pues, considero que la banda terrorista se encuentra en peor situación que nunca, a pesar de que, como resulta obvio, puede seguir haciendo daño, mucho daño.

Y, en esa coyuntura, vuelvo a la consideración del peligro que tienen los estertores. Hay que recordar que el IRA perpetró su atentado más sangriento precisamente en los minutos finales.

Ocurrió en Omagh (Irlanda del Norte), el 15 de agosto de 1998. Un coche bombaexplotó en el centro de la ciudad: murieron 29 personas (incluidos dos españoles) y cerca de 220 resultaron heridas. Fue perpetrado por el IRA Auténtico, una escisión del IRA Provisional opuesta al proceso de paz.

No está de más rememorar una vieja amenaza de la terrorista Belén Peñalba, “la Tigresa”, que dijo que, cuando ETA quisiera negociar, pondría “cien muertos encima de la mesa”.

Algo me dice que es lo que se ha intentado en Burgos. Algo me dice que, con el atentado del miércoles, ETA pretendió que se hundiera todo el edificio, lo que habría provocado la muerte del centenar y medio de personas que lo ocupaban. He leído que el hecho de que el aparcamiento fuera de tierra ha evitado precisamente que el inmueble se viniera abajo.

Espero, deseo, no acertar. Pero me temo que, en estos momentos finales, ETA busca perpetrar un atentado tipo Omagh.

(Recogido del blog de José Apezarena en ECD)