en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 6 de agosto de 2009

"Condeno la violencia por imperativo legal"

El portavoz del PNV en Madrid, Josu Erkoreka, ha señalado en EL CORREOque las manifestaciones de Rubalcaba de que "Batasuna no volverá a ser legal aunque rechace la violencia" "están radicalmente en contra de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (TC)".

No seré yo quien contradiga en estos temas tan espinosos ni a uno ni a otro, puesto que en tema de leyes están bastante mas puestos que yo.

Ahora bien, Erkoreka ha señalado que "Si ahora pudiera haber un partido político nuevo total o parcialmente integrado por gentes de la antigua Batasuna y que defendiera gran parte o la totalidad de sus postulados, pero condenase explícitamente la violencia, ..., habría que legalizarlo". ¡Lógico! E incluso creo poder asegurar que ningún demócrata pondría pegas a semejante afirmación.

Lo curioso es que eso ya ha pasado y, a veces, actuamos como si no hubiese ocurrido o lamentásemos que ya haya ocurrido. Y además, ya está legalizado, porque aunque a algunos haya que recordárselo periodicamente, en este país, las ideas no se ilegalizan, se ilegalizan los métodos antidemocráticos para conseguir objetivos políticos. El partido se llama "Aralar" y es el partido de todos aquellos y aquellas que, sintiéndose de la izquierda abertzale y sin hacer dejación de ninguno de sus objetivos, han sido capaces de romper con ETA, condenar públicamente y sin ambigüedades todas sus fechorías y defender sus postulados despreciando la "ayuda" de ningún "militroncho" armado.

Así que parece que no hay discrepancia en lo fundamental. Además, probablemente, lo que el ministro ha querido anunciar como aviso a navegantes es, simplemente, que no van a volver a caer en la trampa de aceptar "cambios tácticos" que provengan de los ámbitos de influencia de la organización armada del estilo de "condeno la violencia por imperativo legal", de tal manera que todas las ideas seguirán siendo legales, y no serán permitidas las organizaciones que demuestren una y otra vez estar ancladas en una "órbita de clara influencia militar".