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Definitivamente el presidente de la Generalitat valenciana y del PP regional, Francisco Camps, se sentará en el banquillo de los acusados, desde el que habrá de responder a la acusación de haber recibido regalos de la trama Gürtel.
La decisión no es recurrible, así que el único tiempo que le queda al recién renovado presidente es esperar hasta, probablemente, no mas de este otoño y aunque nadie duda de que n acusado tiene derecho a defenderse, es evidente que, desde el punto de vista político, es impresentable.
Últimamente, sus abogados habían realizado maniobras aceptando que los regalos habían sido ciertos, pero defendiendo la posibilidad de haberlos recibido, por su condición de presidente del PP regional y no por su cargo público. ¡Ja, Ja! El juez, José Flors, con buen criterio, no ha atendido esta posición, ya que considera ambos cargos indisolubles.
El señor Rajoy esta perdiendo una buenísima posibilidad de limpiar su maquinaria de partido, ahora que se lo ponen a huevo, y de no ser así, nos va a permitir sospechar que, no solo no tiene lo que en estos casos se debe de tener, sino que además, tal vez le tengan agarrado de sus partes nobles.