Hoy ha habido fumata blanca y el nuevo papa ha sorprendido a la mayoría de los que estaban esperando ver quién de los 133 cardenales salía al balcón.
Hoy Trump aparentaba estar contento por tener a un compatriota de Jefe de Estado del Vaticano. O se equivoca y mañana se enfada con él, o yo no podré alegrarme de los mismos motivos que el de pelo anaranjado. Mientras sonría a Trump, aunque hable de puentes y amor fraterno, las palabras seguiran siendo simplemente eso, humo.
Para los progres resulta que no es más conservador que el anterior, es decir, que han conseguido frenar la ofensiva ultra que se preveía, no parece ser un papa que represente a la corriente ultra más radical dentro de la Iglesia, o sea, que mantienen la esperanza de cambios y renovación, pero uno, que ya tiene cierta edad, puede asegurar que, dicho en términos cinematográficos, "esta película yo ya la he visto".
Siendo norteamericano parece que el Vaticano se asegura poner en vías de solución los graves problemas económicos que tienen como Estado. Y eso no se hace a cambio de nada.
Y con respecto a España, ¿El Gobierno seguirá dejando abiertas las puertas del Estado a esa Iglesia católica que le impide practicar el laicismo real y sincero?
¿Será el Papa al que replantearemos la existencia del Concordato de España con la Santa Sede y sus implicaciones básicas, entenderá la necesidad de darlo por zanjado y "etapa superada" o preferirá seguir con los beneficios que les reporta?
Para mí, esos puntos serían los que me hagan calificarlo de una manera u otra, y mientras tanto, a pesar de lo que diga toda la prensa de mañana, mantendré aquello de "esta película yo ya la he visto".
Siendo norteamericano parece que el Vaticano se asegura poner en vías de solución los graves problemas económicos que tienen como Estado. Y eso no se hace a cambio de nada.
Y con respecto a España, ¿El Gobierno seguirá dejando abiertas las puertas del Estado a esa Iglesia católica que le impide practicar el laicismo real y sincero?
¿Será el Papa al que replantearemos la existencia del Concordato de España con la Santa Sede y sus implicaciones básicas, entenderá la necesidad de darlo por zanjado y "etapa superada" o preferirá seguir con los beneficios que les reporta?
Para mí, esos puntos serían los que me hagan calificarlo de una manera u otra, y mientras tanto, a pesar de lo que diga toda la prensa de mañana, mantendré aquello de "esta película yo ya la he visto".