El Parlamento vasco aprobó ayer que el 25 de octubre sea declarado como ‘Día del País Vasco’ - ‘Euskadiko Eguna’, en recuerdo a la aprobación en 1979 del actual Estatuto de Gernika. La fiesta ha quedado fijada sólo con el apoyo del PSE, PP y UPD. PNV, Aralar y el resto del Grupo Mixto han mostrado su rechazo.
Versión pesimista:
"Felicidades" a todos los partidos. En especial a los responsables de este desaguisado y de esta continua sensación de enfrentamiento estúpido entre nuestros representantes. Parece que no aprendemos de nuestros errores. La idea de que les interesa promover la sensación de permanente frustración entre la ciudadanía es cada vez más clara y evidente. No es difícil deducir que el negocio les va en el asunto. Que si los votantes se "relajasen" se olvidarían de ellos y se ven forzados a mantener ridículos desacuerdos en temas que a la ciudadanía les importa "un higo". Ayer fue el tema del tratamiento de la violencia en el mundo de la educación, hoy el símbolo del día del País.
De la misma manera que unos jueces que no son capaces de tomar una decisión en cinco años deberían dimitir y dejar paso a otros, unos políticos que han demostrado tras treinta años su incapacidad de acordar temas básicos tales como símbolos y estructuración básica del país deberían dimitir y dejar paso a gente mas abierta y proclive a acuerdos más transversales.
Versión optimista:
¡Tranquilos! Esto no es más que un ejemplo del péndulo famoso. Tras haber estado el PNV y su "entorno" unos añitos marcando unilateralmente cuales tenían que ser los símbolos propios y significativos del País, ahora, tras la llegada de Lopez a Ajuria Enea, se modifican algunos de ellos por parte del resto de los escaños. Lo que antes era 51-49 ahora es 49-51. De esta forma tanto unos símbolos como otros han resultado apoyados, para gloria de los vencedores en cada caso, por la mayoría mínima del Parlamento en espera del gran acuerdo en el que "ni pa ti ni pa mi", la tercera opción se imponga.
Tiempo al tiempo. Y salud para verlo.