Lamentablemente volvemos a encontrarnos ante una fecha que, como muchos otros símbolos que estas últimas décadas se han oficializado, no ha conseguido "cuajar" en todas las sensibilidades del país e incluso, es cuestionada ampliamente por numerosos sectores dado su carácter pseudoreligioso y hoy en día claramente marcado como fecha mas reivindicativa que festiva por un nacionalismo cada vez mas frentista.
Otros lo celebran como día de lucha en su recorrido hacia su "independentzia" imposible, volviendo a buscar la confrontación de banderas, manifestándose a favor de una y protestando contra la imposición de la otra, imposición que, por cierto, ellos también practicarían si su correlación de fuerzas les fuese más favorable.
Y los hay que no harán ningún tipo de declaración pública ni muestra de festejarlo. Los mas torpes intentaran recriminarles y les recordarán que es una fiesta aprobada mayoritariamente por el parlamento vasco. Esto siempre me provoca la risa floja puesto que ya deberían de haberse dado cuenta que si hoy estamos como estamos es, precisamente por haber aprobado las cosas sin consensos suficientes.
Y los hay que no harán ningún tipo de declaración pública ni muestra de festejarlo. Los mas torpes intentaran recriminarles y les recordarán que es una fiesta aprobada mayoritariamente por el parlamento vasco. Esto siempre me provoca la risa floja puesto que ya deberían de haberse dado cuenta que si hoy estamos como estamos es, precisamente por haber aprobado las cosas sin consensos suficientes.
En fin que hoy no me pillarán ni unos ni otros en citas, mítines, mesas, ni encuentros partidistas. Me quedaré celebrando la fiesta y soñando con que algún día nos pondremos de acuerdo en los símbolos que nos representen.