Es la capital económica y financiera de Marruecos,
una urbe vibrante y llena de tesoros por descubrir.
Una ciudad con una arquitectura fascinante
auspiciada por el protectorado francés,
lugares en otro tiempo frecuentados por personajes míticos
o mercados donde encontrar lo imposible.
Pero sobre todo, Casablanca es la clave
para entender la esencia y contradicciones
del Marruecos moderno,
el eterno binomio entre tradición y modernidad.
Allá voy.