Se abre el telón del enésimo capítulo de todo este cuento y aparece la infanta Cristina equivocándose al devolver los cerca de 600.000 euros presuntamente de todos los españoles.
Queda claro que no sabía de dónde venía el dinero, y lógicamente, no sabía dónde ingresarlo.
Todo tan razonable que parece que los de MediaMarkt, consecuentes con su eslogan, se están pensando prohibirle la entrada.