Hoy Felipe VI compartirá con los españoles su primer Mensaje de Navidad. Un mensaje que, probablemente, ni será valiente ni honesto con una democracia cuyos pilares -la sociedad- están más firmes que nunca, pero cuya cúspide -los poderes- no hacen más que tambalear el edificio.
Si fuera un discurso valiente, el rey hablaría ...
... de lo indigno de muchos de nuestros gobernantes,
... de la desigualdad creciente e intolerable,
... de la corrupción generalizada que salpica a su propia familia.
Si fuera un discurso valiente cuestionaría su propia figura
e invitaría a los españoles a actualizar la Constitución
de una manera consensuada con una gran mayoría.