en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

domingo, 17 de abril de 2022

En el Día de Resurrección, de dioses y patrias,
me centraré en la segunda.

 En un día en el que algunos tienen doble motivo de fiesta,
me centraré en el tema en el que una sociedad laica debe poner acento.
La religión que la viva cada uno como quiera sin "salpicar" a los demás.
Por cierto, manifestarse por la calle con cucuruchus ...
salpica y da un poco miedo.

Seguro que si lo hiciesen en la intimidad, como Aznar con el catalán,
sin poder mostrar ante los demás su "enorme devoción"
no quedaban ni la décima parte haciendo el teatrillo, pero esto es otro asunto.

Al tema, este año se celebra la "patria láica vasca",
algo que haciéndolo coincidir en fechas, resulta complicado separar,
 y se celebra en circunstancias de excepción para las patrias en Europa. 

La invasión de Ucrania es claramente identitaria
y nos permite comprobar cómo Rusia concibe su historia,
recreada como una mezcla de superioridad moral,
típica de los nacionalismos
y paises que se creen superiores a los de su entorno,
y que en el caso de Putín implica mandato
poco menos que divino.


A la vez, hay que destacar que nunca antes una pretendida independencia
se había mostrado tan dependiente como el Donbás que ambiciona Putin
y todo en nombre de la liberación de sus gentes.

Y atearrizando por estos lares, por este país de paisitos,
comentar cómo los intrépidos independentistas de lazo amarillo
reniegan de ir a la plaza nueva bilbaína con el PNV
y se van al Reino de Navarra a gritar "independentzia".
Creo sinceramente, que le han hecho un favor al partido de Sabino.

Y termino, "ojito - ojito".
Es razonable concluir que los actos independentistas
de las últimas décadas,
violentos unos y estrictamente democráticos otros,
hicieron que parte del PP perdiera la paciencia y formase VOX,
un partido tan abetzale y nacionalista como los que le hicieron nacer,
lo que pasa que en sentido contrario a los primeros.
Y como unos y otros se retroalimentan,
el peligro del choque de trenes que siempre acaba mal
y perdiendo los más humildes,
si no se ponen medidas serías contundentemente democráticas,
puede resultar algo más que posible.