El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 22 de febrero de 2010

De dedos y malos ejemplos

Si antes de empezar la final nos hubiesen dicho que hoy, desde el centro del campo, alguien del público iba a salir a pegarnos un corte de mangas, sacarnos el dedo y todo ello acompañado de tocamientos obscenos, los mal pensados hubiesen respondido que se trataría de algún radical abertzale que aprovechaba la visita real al BEC. 

Pero no ha sido así. Esta vez el payaso de turno que nos ha brindado semejante acto de gilipollez a todo el público asistente que no animábamos al R. Madrid ha sido un aficionado madridista de esos que dan vergüenza ajena.

Evidentemente, no hay que confundir la parte con el todo, y han sido muchos los aficionados blancos que lamentaban que desde la organización del evento hayan seleccionado al más tonto del grupo, dicho en sus palabras, para representarles en ese acto de entretenimiento que ha terminado enfureciendo a toda las aficiones allí asistentes.

En fin, que si dejamos que los políticos más ilustres del país, por ejemplo el último ex-presidente, sí el de bigotes, saquen el dedo a ciudadanos que le llamaban "presidente, presidente", y nadie le pueda sacar alguna especie de "tarjeta roja", no nos puede extrañar que gente que "de mayor quiera ser como él", le imiten en otro tipo de eventos con presencia regia incluida. 

¿No creen ustedes que ambos casos deberían de llevarse una multita?