Son muchas las películas en los que una pareja de policías se reparten los papeles ante un detenido y, con el objeto de sacarle la máxima información posible se reparten los papeles cuando se presentan en la sala de interrogatorios a solas con "su prisionero". Primero el bueno, le invita a un cigarro, le pregunta por su familia, le dice que quiere ayudarle y que no quiere que sufra. Pero para eso, necesita que le suministre la información que le pide. El detenido no se la da. El se levanta ofendido y se marcha. Al de un rato entra el poli malo y, sin mediar palabra, le suelta una "manita de ostias" antes de hacerle la misma preguntita y, ante el silencio del cuestionado, ostia va y ostia viene, hasta que se cansa, y se va. Y vuelve a empezar la rueda. ¿Os suena?
Pues con el tema del denominado "concierto económico" la historia me parece similar. Viene el poli bueno (Basagoiti ) y nos dice que ellos apoyan el tema y que si sus compas de España no lo hacen, se van. Vienen estos últimos y dicen que de eso nada monada y que España una y grande. Vuelven los unos y en los hemiciclos madrileños se ausentan antes de la votación, pero vuelven los otros (en esta ocasión disfrazados, ¿por aquello de la proximidad de los carnavales?, de gobiernos riojano y castellano-leonés, y mantienen su "rasgada de vestiduras").
Hay opiniones fundadas que dicen que las comunidades autónomas solo están legitimadas para interponer un recurso de inconstitucionalidad contra leyes del Estado cuando estas pueden afectar a su propio ámbito de autonomía.
Pues eso. ¡¡Ya vale!! ¿No?
Pues eso. ¡¡Ya vale!! ¿No?