La vulgaridad a la que han llegado muchas televisiones públicas y privadas alcanza límites difícilmente sospechables hace unos años, cuando empezamos a ver nacer como champiñones decenas de canales que para sobrevivir y ganarse a la audiencia recurrían a la satisfacción de los instintos más básicos y a la cutrez mas repugnante. Un ejemplo de chabacanería resulta la elección del representante "español" en Eurovisión. Os dejo con uno de los candidatos que parece ser se ha descalificado el solito. Véanlo y comprueben que la sombra de la mala educación aznarína llega, no solo al BEC vía afición madrileña, sino también a "La Primera".