El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 9 de febrero de 2010

Lokarri y "su" proceso.

"El diálogo y la escucha para lograr acuerdos entre diferentes son los principios que Lokarri defiende con el objetivo de articular una convivencia plural, democrática y respetuosa con los derechos humanos". ¡Qué dificil estar en desacuerdo con la frase que recoge la estrategia de esta organización.

Sin embargo, el uso del término "proceso de paz" a menudo es criticado por ser usado en un contexto impropio y en un escenario donde la paz, lo que la gran mayoría de los mortales entendemos por "paz", ya la hemos firmado los vascos y las vascas desde hace muchos años aprobando mayoritariamente, con mas o menos apoyo, las dos grandes cartas magnas de nuestra legislación: La Constitución y el Estatuto. Y esa Paz "solo" se ve perturbada por la organización terrorista ETA y por quienes desde su entorno la jalean y apoyan. Euskadi en particular y España en general gozan de todos los requisitos exigibles a cualquier democracia de nuestro entorno y solo la violencia sinsentido de ETA ensombrece periódicamente nuestra convivencia.

Por eso, cuando desde Elkarri se insiste en "avanzar en el proceso", siempre me pregunto a qué proceso se estarán refiriendo. Aquí no hay ni dos bandos, ni una guerra, ni ninguna injusticia salvaje que no pueda resolverse de manera pacífica y civilizada, votando o dejando de votar a las organizaciones que dicen procurar encauzar las aguas de nuestro país en una dirección u otra. Desde mi punto de vista, No hay proceso. Hay que desarmar a los violentos y hay que convencer a quienes les apoyan de que abandonen sus estrategias suicidas. Pero eso no es proceso. Necesitamos simplemente aislar a los elementos que impiden el que vivamos en paz. Se ha intentado el dialogo y nos han escupido. Solo entienden vías policiales y judiciales. ¿De qué proceso podemos hablar así?

En cualquier caso, hablar entre nosotros siempre será bueno, hablar entre quienes ya estamos en paz entre nosotros, porque con aquellos que están en guerra con el resto del mundo, hablar, simplemente hablar, sin condiciones y sin promesas falsas, ha quedado evidente la imposibilidad actual. Hablemos, y mucho, que hace falta, entre los que ya hemos reconocido la realidad actual y esperemos a que los "otros" se bajen del burro cuanto antes, a poder ser, por las buenas, pero mientras tanto, a eso, yo no lo llamaría proceso.