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Tengo que reconocer que José Luis me tiene confundido y sorprendido.
Primero va y dice que apuesta por que la Roja no juegue en Bilbao y que prefiere que no entren los 30 millones de euros que se prevén pueden salpicar a la ciudad ante la organización de un evento de este tipo.
Mas tarde, parece que le convencen que ha dicho una chorrada y que es mejor que rectifique porque en Bilbao mayoritariamente se quiere que San Mamés opte a ser sede de UEFA, juegue quien juegue, y entonces el Señor de Bizkaia al que parece que el título se le ha subido un poquito a la cabeza, pide perdón por sus anteriores declaraciones y vota a favor de que la capital opte a sede oficial.
Pero los micrófonos de la radio le ponen cachondo, y hoy no se ha podido aguantar y ha vuelto a ser el incendiario que gusta ser y ha soltado una serie de frasecitas indignas de una persona que ostenta un cargo público: "Con la selección española vendrían un montón de autobuses con banderas rojigualdas, con aguiluchos y toros negros encima a tomar posesión de las provincias traidoras, y a la vez habría otro grupo grande aquí esperándoles a esos en la Gran Vía en una quedada a mitad de camino", ha pronosticado Bilbao. Sin comentarios.