¿La nueva ley del ‘sí es sí’ ha rebajado las condenas frente a las agresiones sexuales?
Si miramos el bosque en su conjunto, la respuesta más exacta es que no.
Si miramos el bosque en su conjunto, la respuesta más exacta es que no. La nueva ley unificó toda conducta que atenta contra la libertad sexual como una agresión. Pero todas las leyes tienen un margen de interpretación. Las condenas a cárcel no son una simple regla de tres.
Que una ley sea más dura tampoco significa que sea mejor. Solo desde el populismo punitivo se puede argumentar que una reforma legal es buena calculando simplemente si a los delincuentes les caen más años de prisión.
No es la primera vez que cambia el Código Penal y que hay delitos donde el mínimo de la horquilla se reduce. Ya ha ocurrido en el pasado. Y para evitar estos bailes, y que gente con condena salga de repente de prisión, lo habitual es que el Parlamento deje claro este asunto. Impidiendo rebajas de condenas indeseadas.
Es decir, para que sea más sencillo de entender. Una pena de cárcel ya sentenciada no se rebaja si esa condena también es posible con la nueva horquilla.
Así que lo que está ocurriendo es un fiasco, sin duda.
¿Atribuible en exclusiva a Podemos y a la ministra de Igualdad, Irene Montero? Sin duda, no.
Pero convendría que Podemos abandonara esa senda en la que todo lo que les ocurre es siempre culpa de los demás.
Si miramos el bosque en su conjunto, la respuesta más exacta es que no.
Si miramos el bosque en su conjunto, la respuesta más exacta es que no. La nueva ley unificó toda conducta que atenta contra la libertad sexual como una agresión. Pero todas las leyes tienen un margen de interpretación. Las condenas a cárcel no son una simple regla de tres.
Que una ley sea más dura tampoco significa que sea mejor. Solo desde el populismo punitivo se puede argumentar que una reforma legal es buena calculando simplemente si a los delincuentes les caen más años de prisión.
No es la primera vez que cambia el Código Penal y que hay delitos donde el mínimo de la horquilla se reduce. Ya ha ocurrido en el pasado. Y para evitar estos bailes, y que gente con condena salga de repente de prisión, lo habitual es que el Parlamento deje claro este asunto. Impidiendo rebajas de condenas indeseadas.
Es decir, para que sea más sencillo de entender. Una pena de cárcel ya sentenciada no se rebaja si esa condena también es posible con la nueva horquilla.
Así que lo que está ocurriendo es un fiasco, sin duda.
¿Atribuible en exclusiva a Podemos y a la ministra de Igualdad, Irene Montero? Sin duda, no.
Pero convendría que Podemos abandonara esa senda en la que todo lo que les ocurre es siempre culpa de los demás.
El Congreso de los Diputados, durante un debate parlamentario.