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sábado, 28 de enero de 2023

Lección de 1º de derecho "económico":
Los ricos nunca roban y los famosos nunca violan.

Ya sabíamos que los ricos nunca roban. En el peor de los casos, a veces una  "apropiación indebida", un "desvio de dinero" por descuido y sin voluntad de hacerlo, y cosas así. Pero robar, robar, lo que se dice robar, nunca.
Y con las violaciones pasa lo mismo.
Violan los pobres, los colgaos, los desesperados, pero los poderosos, famosos, guaperas y con mucho dinero para invertir en abogados, esos nunca. 
Y parece que una vez mas lo vamos a ver estos días.
El caso "Dani Alves" será otro ejemplo.
Toda esta visión nace de un malentendido, un error de base que, por lo que parece, sigue teniendo vigencia: suponer que la violación es un acto sexual cuando en realidad no es más que una cuestión de poder.
Este tipo de violadores usan el sexo como forma de violencia porque en realidad su principal objetivo no es gozar, sino dominar, someter, humillar, denigrar a sus víctimas para sentirse superiores.
Poner en entredicho la palabra de estas últimas cuando el que comete el delito es alguien con notoriedad pública es algo tan habitual que ya ni nos sorprende.
¿Cómo no van a violar los depredadores en potencia cuando son estrellas reconocidas que creen que esta condición les da carta blanca para hacer lo que quieren con las mujeres?

Dani Alves, durante un partido con Pumas de la Liga mexicana.
JAIME LOPEZ (GETTY)